La Isla Balear más salvaje

La joya escondida de las Baleares, Menorca conserva un lado muy natural y maravillosamente silvestre, donde un ambiente intimo y un discreto encanto le seducirán. Menorca es menos conocida que las demás islas del archipiélago  y se ha protegido más de los efectos del turismo de modo que su ecosistema permanece en muchas partes intacto. Disfrutando de una gran diversidad de flora y fauna, pueblos pintorescos y una cultura autóctona muy arraigada, Menorca es un diamante en bruto de muchísimo atractivo.

Su pequeña talla hace que sea muy fácil moverse de un lado a otro y descubrir la mayor riqueza de la isla: 216 kilómetros de costa salpicadas de calas vírgenes y aguas cristalinas.

En sumo, Menorca es un paraíso y eso sin mencionar sus bellos paisajes, acogedores habitantes, tradiciones originales como las fiestas de “jaleo” y riquísima cocina mediterránea.